RESOLUCIÓN 270 DE 2020
(febrero 25)
Diario Oficial No. 51.243 de 1 de marzo 2020
MINISTERIO DE CULTURA
Por la cual se incluye la manifestación “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa de Ciénaga de Oro, Córdoba, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional y se aprueba su Plan Especial de Salvaguardia- PES
LA MINISTRA DE CULTURA,
en ejercicio de las facultades legales que le confiere el numeral 2 del artículo 11-1 de la Ley 397 de 1997 (adicionado por el artículo 8o de la Ley 1185 de 2008) y el Decreto 1080 de 2015 (modificado, adicionado y parcialmente sustituido por el Decreto 2358 de 2019), y
CONSIDERANDO:
Que el artículo 11-1 de la Ley 397 de 1997 (adicionado por el artículo 8o de la Ley 1185 de 2008), establece que:
“El patrimonio cultural inmaterial está constituido, entre otros, por las manifestaciones, prácticas, usos representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y espacios culturales, que las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio genera sentimientos de identidad y establece vínculos con la memoria colectiva. Es transmitido y recreado a lo largo del tiempo en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia y contribuye a promover el respecto de la diversidad cultural y la creatividad humana.
1. Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial. Las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial podrán ser incluidas en la lista representativa de patrimonio cultural inmaterial.
Cualquier declaratoria anterior como bien de interés cultural del ámbito nacional respecto de las manifestaciones a las que se refiere este artículo quedará incorporada a la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial a partir de la promulgación de esta ley.
2. Plan de Salvaguardia. Con la inclusión de una manifestación cultural en la lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial se aprobará un Plan Especial de Salvaguardia orientado al fortalecimiento, revitalización, sostenibilidad y promoción de la respectiva manifestación.
(…)
3. Identificación. Como componente fundamental para el conocimiento, salvaguardia y manejo del patrimonio cultural inmaterial, corresponde al Ministerio de Cultura, en coordinación con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, definir las herramientas para la identificación de las manifestaciones.
La identificación de las manifestaciones a que se refiere este artículo se hará con la participación activa de las comunidades.
4. Competencias. La competencia y manejo de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial corresponde al Ministerio de Cultura en coordinación con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, y a las entidades territoriales según lo previsto en el artículo 8o de este Título.
En todo caso, la inclusión de manifestaciones en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial, deberá contar, según el caso, con el concepto previo favorable del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, o de los respectivos Consejos Departamentales o Distritales de Patrimonio Cultural”.
Que el Decreto Único Reglamentario del Sector Cultura número 1080 de 2015 (modificado, adicionado y parcialmente sustituido por el Decreto 2358 de 2019), en la parte V regula lo relativo al “Patrimonio Cultural Inmaterial”, estableciendo entre otros lo siguiente:
“Artículo 2.5.2.4. Campos de alcance de la lista representativa de patrimonio cultural inmaterial. La LRPCI se podrá integrar con manifestaciones que correspondan a uno o varios de los siguientes campos:
1. Lenguas, lenguajes y tradición oral. Entendidos como vehículos de transmisión, expresión o comunicación del PCI y los sistemas de pensamiento, como factores de identidad e integración de los grupos humanos.
2. Sistemas normativos y formas de organización social tradicionales. Corresponde a las formas de parentesco y de organización de las familias, comunidades y grupos o sectores sociales, incluyendo el gobierno propio, los sistemas de solidaridad, de intercambio de trabajo, de transformación, de resolución de conflictos, de control social y de justicia; en este campo se incluyen las normas que regulan dichos sistemas y formas organizativas propias.
3. Conocimiento tradicional sobre la naturaleza y el universo. Conocimiento que los grupos humanos han generado y acumulado con el paso del tiempo en su relación con el territorio, el medio ambiente y la biodiversidad.
4. Medicina tradicional. Conocimientos, concepciones y prácticas tradicionales de cuidado y bienestar del ser humano en su integralidad, de diagnóstico, prevención y tratamiento de enfermedades, incluyendo aspectos psicológicos y espirituales propios de estos sistemas y los conocimientos botánicos asociados.
5. Producción tradicional y propia. Conocimientos, prácticas e innovaciones propias de las comunidades locales relacionadas con la producción tradicional agropecuaria, forestal, pesquera, la recolección de productos silvestres y los sistemas comunitarios de intercambio.
6. Técnicas y tradiciones asociadas a la fabricación de objetos artesanales. Comprende el conjunto de prácticas familiares y comunitarias asociadas a la elaboración de objetos utilitarios u ornamentales producidos con técnicas artesanales aprendidos a través de la práctica.
7. Artes. Recreación de tradiciones musicales, teatrales, dancísticas, literarias, circenses, audiovisuales y plásticas realizadas por las mismas comunidades.
8. Actos festivos y lúdicos. Acontecimientos sociales y culturales periódicos con fines lúdicos o que se realizan en un tiempo y un espacio con reglas definidas, generadoras de identidad, pertenencia y cohesión social. Se excluyen las manifestaciones y cualquier otro espectáculo que fomente la violencia hacia las personas y los animales.
9. Eventos religiosos tradicionales de carácter colectivo. Acontecimientos sociales y ceremoniales periódicos, de carácter comunitario, con fines religiosos o espirituales, este campo se refiere a los acontecimientos, no a las instituciones u organizaciones religiosas o espirituales que los lideren.
10. Conocimientos y técnicas tradicionales asociadas al hábitat. Conocimientos, técnicas y eventos tradicionales relacionados con la construcción y adecuación del hábitat humano.
11. Cultura culinaria. Sistema de conocimientos, prácticas y procesos sociales relacionados con la producción, la consecución, la transformación, la preparación, la conservación, el manejo y el consumo tradicional de alimentos, que comprende formas de relacionamiento con el entorno natural, reglas de comportamiento, prescripciones, prohibiciones, rituales y estéticas particulares.
12. Patrimonio cultural inmaterial asociado a los espacios culturales. Este campo comprende la relación de las comunidades, a través de su PCI, con aquellos sitios considerados sagrados o valorados como referentes culturales e hitos de la memoria ciudadana o sitios urbanos de valor cultural.
13. Juegos y deportes tradicionales. Comprende la enseñanza, el aprendizaje y la práctica de juegos infantiles, deportes y juegos tradicionales, así como las competencias y espectáculos tradicionales de fuerza, habilidad o destreza entre perzonas y grupos. Se excluyen aquellos juegos y deportes tradicionales que afecten la salud o fomenten la violencia hacia las personas y los animales.
14. PCI asociado a los eventos de la vida cotidiana. Comprende saberes, prácticas y valores relacionados con la socialización de las personas, la trasmisión de conocimientos en el ámbito familiar y comunitario, los modos y métodos de trasmisión de saberes, prácticas y destrezas propias de la vida familiar y comunitaria, costumbres y rituales vinculados con el ciclo vital de las personas y el parentesco”.
Que el artículo 22 del Decreto 2358 de 2019 que modificó y sustituyó los Títulos 1 y 2 de la Parte 5 Libro 2 del Decreto 1080 de 2015 y, entre otros, establece:
“2.5.2.11 “Contenido del PES. El Plan Especial de Salvaguardia debe contener:
“1. CONOCIMIENTO Y COMPRENSIÓN DE LA MANIFESTACIÓN:
1.1. La identificación y documentación de la manifestación, sus características, su historia, su estado actual y de otras manifestaciones relacionadas con ella.
1.2. La identificación de la comunidad o las comunidades que llevan a cabo la manifestación, así como de las personas naturales o jurídicas, públicas, privadas o mixtas vinculadas o relacionadas con ella.
1.3. La identificación y descripción de los espacios y lugares, incluyendo rutas o circuitos, donde se realizan las prácticas culturales que la componen o donde se realizan acciones de transmisión y sostenibilidad de esta. Se deben definir las vocaciones de uso de estos lugares, tomando como referencia las características de la manifestación, de igual manera, se deben identificar las relaciones en el territorio de los diferentes actores que participan en la misma. Así mismo, se deben identificar bienes muebles e inmuebles del patrimonio cultural inherentes a la manifestación, esta información deberá ser cartografiada, en cuanto lo permita la comunidad de portadores.
Se podrá recurrir a la georreferenciación de los elementos cartográficos cuando se considere pertinente para la salvaguardia de la manifestación, y si así lo determina la comunidad de portadores.
1.4. Análisis de la correspondencia de la manifestación con los campos de alcance y los criterios de valoración vigentes.
1.5. Identificación de las fortalezas y de las oportunidades que existen en torno a la manifestación.
1.6. Identificación de riesgos, amenazas y problemas, tanto internos como externos, que amenacen con deteriorarla o extinguirla.
1.7. Otros que la comunidad considere necesario incluir.
2. PROPUESTA DE SALVAGUARDIA
El plan especial de salvaguardia propondrá medidas para el fortalecimiento, la revitalización, la sostenibilidad y la promoción de la respectiva manifestación, como líneas de acción, planes, programas, proyectos, o los mecanismos que las comunidades definan y que busquen como mínimo:
2.1. Preservar la manifestación frente a los factores de riesgo o amenaza, identi-ficados.
2.2. Transmitir los conocimientos y prácticas asociados a la manifestación.
2.3. Promover la apropiación de los valores de la manifestación entre la comunidad, así como a visibilizarla y a divulgarla.
2.4. Fomentar la producción de conocimiento, investigación y documentación de la manifestación y de los procesos sociales relacionados con ella, con la participación o consulta de la comunidad.
2.5. Garantizar el derecho de las personas al conocimiento, el uso y el disfrute de la respectiva manifestación, sin afectar los derechos colectivos y sin menoscabar las particularidades de ciertas manifestaciones en comunidades tradicionales.
Este tipo de medidas podrá definir la eliminación de barreras en términos de precios, ingreso de público u otras que puedan afectar los derechos de la comunidad y de las personas o constituir privilegios inequitativos, sin que ninguna de tales medidas definidas en el plan especial de salvaguardia afecte la naturaleza de la manifestación.
2.6. Proponer medidas de manejo y protección para los espacios y lugares donde se desarrollan las prácticas culturales que componen la manifestación o que son fundamentales para su comprensión, incluyendo las indicaciones de preservación de su vocación de uso y el derecho de acceso de la comunidad portadora a los mismos.
2.7. Proponer medidas de manejo y protección para los bienes del patrimonio cultural mueble o inmueble relacionados con la manifestación, previamente identificados. Se podrá analizar la pertinencia de adelantar procesos de declaratoria como bienes de interés cultural en el ámbito que corresponda.
2.8. Medidas de evaluación, seguimiento y control del PES.
Para las propuestas de salvaguardia se deben tener en cuenta las consideraciones, los alcances y las restricciones definidos por las comunidades de acuerdo con sus cosmovisiones y formas de comprender el mundo.
La comunidad podrá desarrollar otras medidas de salvaguardia u omitir alguna de las anteriores medidas, justificando su decisión; las medidas desarrolladas por la comunidad deberán ser reflejadas en el acto administrativo de inclusión.
De acuerdo con las características de la manifestación y con el interés de la comunidad, el plan especial de salvaguardia debe propender por contener un anexo financiero donde se especifiquen los costos de las medidas de salvaguardia propuestas y las posibles fuentes de financiación de las mismas.
3. CONSTANCIAS DE CONVOCATORIA, PARTICIPACIÓN, COMUNICACIÓN Y CONCERTACIÓN
Se deben anexar al plan especial de salvaguardia los soportes de los mecanismos empleados para convocar a la comunidad o a las comunidades identificadas con la manifestación y las constancias de participación en las actividades o espacios de reunión y socialización donde la comunidad haya discutido sobre la manifestación y su salvaguardia.
Constancias de actividades de articulación del proceso de construcción del PES con las personas naturales o jurídicas, públicas, privadas o mixtas vinculadas o relacionadas con ella, que también deban aportar a la salvaguardia. Asimismo, se deben anexar los soportes de comunicación y divulgación de las actividades desarrolladas durante el proceso de formulación del plan especial de salvaguardia, así como de los acuerdos sociales generados entre la comunidad y las instancias intersectoriales vinculadas con la manifestación, para la salvaguardia de esta.
4. FORMATOS DE ENTREGA DEL PES
El plan especial de salvaguardia puede ser entregado en el formato que mejor le permita a la comunidad expresar lo relacionado con su manifestación y la propuesta de salvaguardia, como un documento escrito, audiovisual, multimedia u otro, sin embargo, el acuerdo deberá verse reflejado en el acto administrativo que incluya la manifestación a la LRPCI.
PARÁGRAFO 1o. El PES contendrá una acreditación de los diversos compromisos institucionales públicos o privados que se adquieren respecto de este. Los compromisos institucionales deberán estar acreditados en el PES, para lo cual podrá definirse la celebración de convenios, de instrumentos o documentos de compromiso que garanticen la concertación y acuerdo interinstitucional y comunitario de dicho plan.
PARÁGRAFO 2o. Los costos que demande la elaboración del plan especial de salvaguardia serán sufragados por el autor de la postulación o por terceros plenamente identificados.
Las postulaciones o iniciativas podrán sufragarse mediante la asociación de recursos de diferentes fuentes comprobables. Este tipo de comprobaciones contables deberán estar disponibles bajo la custodia del autor de la postulación y podrán ser requeridas por la instancia competente, en forma previa o posterior a la inclusión de la manifestación en la LRPCI, si fuere el caso.
Si la postulación se hiciere de oficio por la entidad competente para efectuar la inclusión en la LRPCI, esta cubrirá los gastos que demande la elaboración del plan especial de salvaguardia, sin perjuicio de la posibilidad de asociar recursos de otras entidades, instancias o personas.
PARÁGRAFO 3o. En los casos en que la manifestación postulada para la LRPCI se refiera a conocimientos, innovaciones y prácticas relacionadas con el uso y el aprovechamiento de los recursos de la biodiversidad generados, desarrollados y perpetuados por los grupos étnicos y comunidades locales, en los términos establecidos por el artículo 8o, literal j) y conexos de la Ley 165 de 1994, por medio de la cual se aprueba el Convenio de la Diversidad Biológica, o al ejercicio de la medicina tradicional, la instancia competente deberá hacer las consultas pertinentes con las entidades nacionales que ejerzan competencias concurrentes en la materia.
PARÁGRAFO 4o. De conformidad con las facultades que le otorga la Ley 397 de 1997 modificada y adicionada por la Ley 1185 de 2008, el Ministerio de Cultura podrá definir los alcances de cada uno de los contenidos enumerados en este artículo, o establecer otros que fueren necesarios.
PARÁGRAFO 5o. Cuando la documentación del plan especial de salvaguardia, tanto en su elaboración como en su implementación, provenga de contratos entre instituciones públicas y particulares, se dará cumplimiento a la Ley General de Archivos, en el sentido de entregar a la entidad pública contratante las copias de los archivos producidos”.
Artículo 2.5.2.13. Integración de PES en planes de desarrollo. Las instancias competentes promoverán la incorporación de los PES a los planes de desarrollo y los instrumentos de ordenamiento territorial del respectivo ámbito.
Artículo 2.5.2.14. Monitoreo y revisión. Los PES serán revisados por la autoridad competente como mínimo cada cinco (5) años, sin perjuicio que puedan ser revisados en un término menor según sea necesario. Las modificaciones derivadas del cumplimiento de los requisitos constarán en acto administrativo, de conformidad con el presente decreto.
Artículo 2.5.2.15. Modificaciones y ajustes al PES. Las modificaciones o ajustes del plan especial de salvaguardia podrán realizarse en cualquier momento a iniciativa de entidades competentes de su inclusión en la LRPCI, de portadores y demás actores relacionados con la manifestación, siempre y cuando la propuesta sea concertada por la comunidad de portadores y se demuestre y soporte técnicamente el o los motivos que dan lugar a su modificación o ajuste.
Toda modificación o ajuste del plan especial de salvaguardia deberá surtir el procedimiento establecido para la presentación y la aprobación de los PES señalados en este decreto y deberá contener:
1. Justificación de la modificación: diagnóstico donde se evalúe la necesidad de realizar cambios en el plan especial de salvaguardia porque las medidas o mecanismos previamente establecidos han dejado de ser convenientes u oportunos para garantizar la significación, la vigencia, la equidad o la responsabilidad de la manifestación.
2. Propuesta: modificación planteada al plan especial de salvaguardia, que siga las directrices establecidas en el artículo 2.5.2.12., del presente decreto.
Artículo 2.5.2.17. Revocatoria de manifestaciones en la LRPCI. La entidad que hubiera efectuado la inclusión de una manifestación en su respectiva LRPCI podrá revocarla por las razones o causas previstas en el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo o cuando la respectiva manifestación no cumpla con los criterios de valoración que originaron la inclusión. Esta revocatoria podrá hacerse de manera oficiosa o a solicitud de cualquier persona. Para este caso se seguirá el procedimiento que señale el Ministerio de Cultura de conformidad con el presente decreto”.
Que el artículo 2.5.2.2 del Decreto 1080 de 2015, establece los “Requisitos para la postulación en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial”, los cuales deberán acompañarse de los siguientes requisitos y soportes que deberá aportar el solicitante o postulante, así:
1. “Solicitud dirigida a la instancia competente.
2. Identificación del solicitante, quien deberá especificar que actúa en interés general.
3. Descripción de la manifestación de que se trate, sus características y situación actual.
4. Ubicación y proyección geográfica y nombre de la(s) comunidad(es) en la (s) cual(es) se lleva a cabo.
5. Periodicidad (cuando ello aplique).
6. Justificación sobre la coincidencia de la manifestación con cualquiera de los campos de alcance y con los criterios de valoración señalados en los artículos 2.5.2.4 y 2.5.2.5 de este decreto”.
Que la Gobernación de Córdoba, mediante Decreto 2224 del 26 de diciembre de 2011, incluyó las Procesiones de Semana Santa en el municipio de Ciénaga de Oro en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito departamental.
Que en septiembre de 2015, la Junta Cívica Pro Semana Santa con el apoyo de las autoridades municipales y departamentales, postularon la mencionada manifestación a la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional, ante lo cual, el Consejo Nacional de Patrimonio Nacional, mediante Acta 05 del 10 de septiembre de 2015 emitió concepto favorable y avaló la postulación de la manifestación;
Que por iniciativa de la Junta Pro Semana Santa se adelantó el correspondiente proceso de investigación para elaborar el Plan Especial de Salvaguardia (PES) de la manifestación “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba”;
Que posteriormente se realizó de manera conjunta una labor de gestión y se vincularon al proceso La Gobernación de Córdoba y la Alcaldía municipal;
Que el documento PES fue presentado a consideración del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural el cual, en su sesión del 7 de noviembre de 2019, según consta en el Acta número 7, y emitió concepto favorable para el Plan Especial de Salvaguardia de la de la manifestación de la Semana Santa de Ciénaga de Oro, Córdoba: “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba”, y la consecuente inclusión de dicha manifestación en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial (LRPCI) del ámbito nacional sobre la base de los requisitos exigidos que debe contener el documento PES, a saber:
1. LA DESCRIPCIÓN DE LA MANIFESTACIÓN
La tradición de la celebración popular de la Semana Santa de Ciénaga de Oro es una manifestación cultural muy rica que involucra y concita a toda la comunidad orense en un conjunto de prácticas culinarias, artísticas y de oficio tradicional. Esta manifestación tiene expresiones materiales que transforman la realidad en estas fechas especiales donde se exponen piezas religiosas y, simultáneamente, tiene un muy profundo contenido simbólico en tanto que construye un sentido de unidad e identidad para sus individuos. Por eso, esta práctica hace parte del patrimonio inmaterial que, como comunidad, los orenses realizan.
Entre los aspectos más llamativos de esta manifestación están las prácticas culinarias en la cocina tradicional, que tiene un sentido histórico anterior a la conquista de los españoles y que ha venido sufriendo varios cambios a lo largo de su desarrollo. Dichas transformaciones han creado un sentido de pertenencia desde la comida para la comunidad lo que constituye una identidad y una apropiación colectiva del espacio y tiempo.
Tradiciones heredadas de España, calcadas de los rituales de la Andalucía cristiana, llegadas por ese oleaje de fervor católico con que penetraron los conquistadores, creciendo y aumentando el drama del calvario principalmente. Hizo especial asiento en esta comunidad, abrazándola poco después de su fundación en el año 1776 e, instituida por oficiales españoles y misioneros. Una de esas expresiones fue precisamente la de las procesiones en las que el clero reprodujo los desfiles sacros, y que tuvieron gran acogida entre los nativos, porque permitían visualizar lo sagrado a través de la imaginería. Las procesiones de Semana Santa no han tenido una historia muy cambiante. Desde sus inicios han participado personas humildes que se encargaban de cargar en andas muy sencillas, las imágenes traídas del extranjero.
Artes populares
La celebración de la Semana Santa, como espacio escénico y de teatralidad, se ha nutrido de una serie de prácticas culturales representadas en la música, la danza de las marchas y los personajes que intervienen en los actos religiosos y procesionales.
Música tradicional de Semana Santa: La música de bandas o de vientos se desarrolló en el decenio de 1860 en poblaciones del sur del Gran Bolívar como Ciénaga de Oro, El Carmen, Corozal, Chimú, Lorica y Sabanal con la fundación y organización de agrupaciones musicales. Hasta donde se sabe, en la región del Sinú la primera academia que impartió enseñanza musical y las primeras bandas de música de viento surgieron en Lorica. Se destacan en este ámbito nombres como el de Antonio Montech o el maestro Zarante, prolífico compositor de piezas de danza, mazurkas y danzones, entre otros géneros. El maestro Zarante dejó un importante legado en marchas fúnebres asociadas a las celebraciones de la Semana Santa en Ciénaga de Oro entre las que se destacan: “La música es inmortal”, “El último adiós”, “María Dolorosa”, “Los hombres y los pueblos son hermanos” y otras. Desgraciadamente no se conservan partituras de estas composiciones debido a una serie de incendios ocurridos entre 1876 y 1900 en el poblado, a causa de la Guerra de las Escuelas y de la Guerra de los mil días, respectivamente. Adicionalmente, esta expresión artística tiene una doble funcionalidad, le da un acompañamiento a la manifestación llenándola de color, y también, acerca a talentosos jóvenes para explotar y potencializar sus virtudes musicales. Esto hace que muchos jóvenes se hagan partícipes de la manifestación y que de pronto de otra forma no se hubiesen interesado.
Oficios artesanales para la elaboración de objetos de la Semana Santa
Los oficios tradicionales constituyen una parte fundamental dentro de la manifestación de la Semana Santa porque significa un encuentro social entendido ahora como tejido social donde la comunidad trabaja autónomamente para ejecutar tareas y actividades entorno al sentido que comparten en espacios y tiempos específicos. Por eso, los oficios tradicionales expresan la unión de toda la comunidad y una tradición sin escuela, es decir, sin una institución con intereses particulares; se resalta pues, la organización social y el esfuerzo autónomo que se realiza en esta apuesta. Entre los oficios tradicionales, podemos nombrar los siguientes:
Indumentaria de los personajes: Las indumentarias de los personajes que hacen parte de los diferentes sistemas organizativos han sido elaboradas por artesanos orenses empleando técnicas diversas como el papel maché para los accesorios de la Legión Romana; la talabartería para la fabricación de las abarcas tres puntá, un tipo de calzado abierto en cuero que emplean los campesinos de la región; el trabajo del macramé con pita de fique que complementa las decoraciones y los vestuarios y que se está perdiendo al quedar pocos sabedores como los hermanos Marcolfa y Anselmo Durango. La galleta, cuerda terciada al pecho de los nazarenos que da la vuelta por la cintura y se une en la cadera a través de un tejido plano, es un ejemplo del arte del macramé que, además de servir como decoración que identifica a la hermandad, sirve de protección lumbar a los cargueros y como refuerzo del vínculo entre ellos al tejerla de manera conjunta cada año.
Cocina tradicional de Semana Santa
Hay un contexto histórico que hace que la comida en Semana Santa sea distinta y especial. Existen una serie de platos muy característicos que se preparan en estas fechas exclusivas. Tiene que ver con un origen místico y nativo de la región. Es la herencia de algunos pueblos indígenas que habitaban el territorio antes de los españoles; luego de la conquista y la imposición de las tradiciones judeocristianas, las prácticas culinarias tuvieron un giro muy fuerte. No obstante, en la cuaresma, se acostumbra a no consumir carnes rojas, esto le dio paso a retomar las recetas de los indígenas donde predominaban sabores como el dulce. Esto se conoce como guardar los platos. Esto cobra más vigencia en la Semana Santa donde hay una preparación muy meticulosa que permite experimentar nuevos sabores.
La cocina tradicional en Semana Santa adquiere una connotación social muy profunda en la Ciénaga de Oro. Se acostumbra, cotidianamente, a que cada familia prepara sus propios platos de forma doméstica. Esto, fruto de su propia tradición familiar que se ha alimentado históricamente por recetas de la región y ligeros cambios que se comparten entre vecinos cercanos.
En épocas festivas, la cocina y la comida adquieren un gran valor, pues, por su carácter distinto que le huye a la cotidianidad. Se acostumbró a compartir comida y recetas ya no solo a nivel vecinal sino que se extendió espacialmente; encuentro entre amigos y colegas generaba un intercambio de saberes culinarios que tenían una cierta repercusión en las recetas y en las preparaciones. Esto, además de enriquecer el saber culinario, reforzaba los lazos y las relaciones sociales que se establecían bajo este marco. Este carácter social une a toda la comunidad entorno a la comida y sirve como motivo de encuentro, sociabilidad y conversación.
Estos platos se comparten el Jueves y Viernes Santo. Entre los platos más reconocidos están:
- Guisos de hicotea
- Garapacho de hicotea
- Huevos
- Frijoles
- Plátanos
- Tortas
- Motes de palmito y queso
- Bagre
- Ensaladas
Y el dulce que es fundamental: Mongo-mongo: dulce de frutas con una preparación previa de dos días de antelación.
Identificación de la comunidad que lleva a cabo la manifestación
La Semana Santa en Ciénaga de Oro tiene la peculiaridad de congregar a toda la comunidad orense en torno a la celebración cultural. En esta dinámica confluye un sinfín de actores que enriquecen la manifestación misma. Por eso, a continuación expondremos los oficios y técnicas más especiales que caracterizan a la comunidad y a la manifestación misma.
Los actores que conforman la manifestación cumplen una función específica y conforman, en un trabajo mancomunado, una expresión cultural y colectiva con sentidos propios que identifican a la comunidad con su territorio y sus relaciones sociales. Dentro de la Semana Santa en Ciénaga de Oro podemos identificar:
Cocineros: Como advertimos anteriormente, la cocina tradicional expresa una de las actividades más especiales y fundamentales de la manifestación. El ánimo de suscita la comida y el encuentro que genera dota de un ingrediente especial a la manifestación. Los cocineros son los propios individuos que conservan las recetas de sus antecesores y se comprometen con mezclar esos conocimientos con los vecinos de la comunidad.
Estos actores tienen una herencia histórica que ha superado la barrera temporal y conservan técnicas de preparación culinaria indígena. La antiquísima preparación del Mongo-mongo se ha convertido en una receta tradicional y exclusiva de la comunidad de la cual se han apropiado. Esta es complemento de recetas típicas donde se utilizan elementos que se cosechan naturalmente del territorio de Córdoba.
Los cocineros tienen una característica muy laxa en tanto a que están abiertas a compartir su conocimiento en la época de Semana Santa. Ese compartir acerca a la comunidad generando lazos de amistad y confianza.
Artistas: Al tratarse de una manifestación cultural, el arte cumple un papel fundamental, y dentro de este, se encuentran varios actores: los músicos, los pintores y los actores.
La Semana Santa tiene un origen religioso e histórico, por eso, los orenses acostumbran a generar una serie de representaciones que adaptan la procesión bíblica a la realidad orense. Aquí cobra vida la representación romana de la época y el paso del viacrucis. No obstante, se mezclan elementos de la comunidad para nutrir el evento y lograr una mayor aceptación y recepción.
Este evento está complementado con músicos de la comunidad que interpretan sonidos de la época junto con sonidos de la comunidad. Esto, además de ambientar y generar un mayor atractivo, es una expresión del sincretismo presente en la manifestación que sin duda la enriquece y enaltece. Los músicos como actores cumplen una función de perpetuación, pues, acercan al público juvenil y les facilita un espacio donde puedan expresar sus habilidades musicales y que con sus virtudes alimenten la manifestación.
Por otro lado, están los pintores. Como toda expresión cultural, debe existir un elemento material y estético que sirva como expresión de una representación en particular. En este espacio los pintores retratan imágenes santas con elementos de la comunidad como el alimento y los colores. Estos le dan un carácter pintoresco y estético a la manifestación, lo que le da un trasfondo profundo sobre cómo la comunidad se comprende a sí misma dentro de este tipo de eventos.
Danzas: No es posible rastrear en el tiempo cuándo aparecen las danzas de marcha, pero su configuración ha estado ligada al surgimiento de las distintas hermandades y sistemas organizativos. Se refieren a los pasos que marcan el compás del recorrido de las imágenes con dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, además del sonido de las abarcas de cuero al golpear el piso, mientras se cargan las imágenes el Jueves y Viernes Santos, brindando solemnidad y dramatismo a la representación.
Personajes: Los personajes cumplen un papel importante dentro de los diferentes actos y procesiones al desarrollar diferentes formas teatrales. Los personajes permiten la participación libre de personas, niños y adultos, por fuera de la codificación y la rigidez de los sistemas organizativos. La aparición y desaparición de los personajes en diferentes momentos de la historia implica una enorme movilidad como práctica de la celebración donde, además, entra en juego la recursividad y la creatividad con el desarrollo del talento espontáneo de los intérpretes, que no han tenido formación teatral alguna. Son personajes el campanitero, los incenciareros, el Pregonero, la Muerte, el Santo Varón, los nazarenos de manda, los penitentes, niños de pasión y las samaritanas.
Artesanos: Los artesanos cumplen varias funciones dentro de la manifestación y son los que prácticamente permiten que se den las condiciones materiales para los eventos de Semana Santa. Estos tienen varios oficios.
Talla de madera: La producción de imágenes religiosas ha constituido un oficio y una tradición que se ha alimentado con la aparición de talleres familiares, que han producido esculturas religiosas de diferentes formatos. En el siglo XIX existieron talladores famosos como Manuel Rosso Germán y el sacerdote Joaquín Franco (que talló el Cristo que está en la parroquia del corregimiento de Berástegui). El oficio se ha arraigado localmente mediante unidades productivas familiares organizadas en talleres particulares o en cooperativas gremiales como la Asociación de Ebanistas de Ciénaga de Oro, creada en 1986, o el taller de ebanistería conocido como La Cooperativa, uno de los más destacados en la fabricación de este tipo de objetos.
Elaboración de vestidos y bordado para las imágenes: La señora Berta Burgos se ha encargado de elaborar, arreglar y conservar, desde hace 25 años, los distintos vestuarios de las imágenes que participan en la Semana Santa, oficio que recibió de su tía Berta Burgos, quien lo practicó por casi 60 años. Las telas e insumos necesarios para la confección de vestidos y bordados son adquiridos en Cartagena, Medellín o Bogotá.
Filigrana: Según la tradición oral, durante el siglo XX un grupo de joyeros empíricos pusieron en práctica en Ciénaga de Oro técnicas orfebres como la filigrana, destacándose entre ellos Pablo Enamorado, Juan Urán, Miguel Pacheco, Pedro Vásquez y Fabio Sáenz, así como Diego Urán Arcia, quien fue comisionado para fabricar el rosario en plata de 400.
2. El ORIGEN DE LA POSTULACIÓN Y EL PROCEDIMIENTO PARA LA INCLUSIÓN:
Ciénaga de Oro se localiza en la subregión del Medio Sinú del departamento de Córdoba. Cuenta con una población de 64.226 habitantes, 39,9% urbano y 60,1% rural. El poblado fue fundado en 1740, y para 1783 se erigió como una de las primeras parroquias del Partido del Sinú, elevándose posteriormente al rango de Provicaría de la Diócesis y Vicaría Foránea del Sinú, una de las más importantes de la Provincia de Cartagena en los albores de la Independencia.
Los actos procesionales de Semana Santa ya gozaban de gran popularidad e importancia en toda la región desde 1840. Durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX, a pesar de los múltiples cambios de gobierno y de revueltas civiles, las tradiciones subsistieron y se reglamentaron. La realización de las procesiones ha estado en manos de los laicos, en quienes los curas párrocos delegaron, a través de la figura del hermanamiento y mayordomías, el mantenimiento, arreglo y cuidado de los pasos de la Semana Santa.
En el año 2004 se dio un reconocimiento local a la celebración de la Semana Santa de Ciénaga de Oro como patrimonio cultural del municipio bajo el Decreto número 022 de enero de 2004. Esto permitió que, por primera vez, las personas de Ciénaga de Oro comprendieran el valor cultural de la celebración haciendo que en el año 2010 el Concejo Municipal la incluyera en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial (LRPCI) del municipio y se adoptara un primer plan especial de salvaguardia, mediante el Acuerdo número 12/2010. Luego, gracias al trabajo articulado con la Secretaría de Cultura de Córdoba, la Asamblea departamental reconoció la celebración de la Semana Santa de Ciénaga de Oro como patrimonio cultural inmaterial de los cordobeses a través del Decreto número 2224/2011. El orgullo y la emoción de los loranos, más el respaldo de las autoridades municipales y departamentales, hizo que la Junta Cívica Pro Semana Santa presentara al Ministerio de Cultura la postulación de la manifestación a la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional. En su sesión del 10 de septiembre de 2015, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural designó una comisión técnica de verificación para evaluar “in situ” las características patrimoniales de la manifestación. Luego, el 17 de junio de 2016, una vez de presentado el informe de la Comisión, el CNPC emitió concepto favorable y recomendó la inclusión de la manifestación en la LRPCI del ámbito Nacional, estableciendo un plazo de uno a tres años para la elaboración y presentación del plan especial de salvaguardia.
3. LA CORRESPONDENCIA DE LA MANIFESTACIÓN CON LOS CAMPOS DE ALCANCE Y CRITERIOS DE VALORACIÓN DESCRITOS EN EL DECRETO 1080 de 2015, MODIFICADOS Y ADICIONADOS POR EL DECRETO 2358 DE 2019 Y CON LOS CRITERIOS DE VALORACIÓN ADICIONALES QUE FIJE EL MINISTERIO DE CULTURA, DE SER EL CASO:
La Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro - Córdoba tiene estrecha relación con los siguientes campos de alcance de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial, establecidos según el artículo 2.5.2.4 del Decreto 1080 de 2015, modificado y adicionado por el Decreto 2358 de 2019:
Eventos religiosos tradicionales de carácter colectivo.
Es una celebración de carácter religioso, pero con fuertes componentes populares, que se enmarca en el rito cristiano católico de la celebración de la Semana Santa. Es recreada anualmente por la comunidad portadora a través de actos, ceremonias y procesiones religiosas ricas en costumbres ancestrales arraigadas popularmente y de una gesta creativa e innovadora de su componente artístico, artesanal y cultural, donde se integran los estamentos sociales, cívicos y religiosos de su población.
Medicina tradicional
La tradición social del ritual promueve prácticas y creencias ancestrales relacionadas con el bienestar, la salud y sanación para dolencias corporales y espirituales, ofrecida voluntariamente mediante la penitencia, expuesta como un sacrificio llamado manda, que busca aliviar la enfermedad propia o de un familiar cercano. Esta evidencia se demuestra en los personajes anónimos de los penitentes. Pero no todas las veces el ofrecimiento resulta tan fuerte y pesado de pagar. Las penitencias pueden desarrollarse en cualquiera de los otros grupos que participan del ceremonial. Un ejemplo de ello es el de los músicos, quienes cuando no pueden interpretar las marchas semanasanteras, se deprimen sintiendo una gran nostalgia por no poder estar en la fecha inolvidable. Inclusive hasta el público, conformado por parejas y jóvenes, que van caminando, algunos descalzos, detrás del paso central para ofrecer mandas por sus necesidades. El cumplimiento anual es obligatorio por el tiempo establecido para el pago de la manda. Algunas personas llevan más de 10 años saliendo junto con las procesiones. Otras, en cambio, la cumplen a un plazo menor. Las mandas se establecen incluso desde muy niños, los cuales son acompañados por sus padres, y se los llama Niños de Pasión. Todo se integra y va acompañado de la devoción a la imagen predilecta, como el Jesús Nazareno, el Cristo yacente, la Virgen Dolorosa o el Jesús de la Columna, a los cuales se les atribuye poderes sanadores, a manera de milagros, por la salud perdida. Las flores de los pasos también cumplen una función en el ámbito espiritual. De ellas se toman sus pétalos, los cuales sirven para hacer baños curativos o pociones para encontrar el amor o para hacer brujería.
Además, ciertos elementos se asocian con el control de ciertos fenómenos de la naturaleza, como por ejemplo la utilización de los cabos de vela que portan los pasos, los cuales son usados como talismán para apaciguar o espantar las tormentas y tempestades durante la estación lluviosa.
Artes
La celebración ha demostrado su importancia destacando sus bienes muebles, piezas únicas que resaltan en la colección. Son obras de impacto, que cumplen funciones de trasmisión de la fe y la religiosidad tradicional y popular en la comunidad. La mayoría de las imágenes han sido elaboradas por maestros ebanistas locales con la intención de enriquecer las procesiones y motivar la fe del pueblo.
La música es otro claro ejemplo. La ejecución de sus marchas fúnebres con aire de percusión, propio de la banda de viento y vértebra del ritmo musical denominado Porro. Estas marchas fueron compuestas especialmente en Ciénaga de Oro imprimiéndose el sello original y distintivo del ceremonial.
También hay representaciones callejeras como el acto de la legión romana para el Jueves Santo por la noche o el acto militar del Pregón, una escuadra de soldados romanos y la Muerte, en salida por la mañana del Viernes Santo, mediante el anuncio del pregonero mayor.
Cultura culinaria.
La cocina tradicional se vuelve insustituible para la época. Desde los viernes de cuaresma se preparan los platos, donde la carne roja no es permitida, es profanación, por ser días de guarda en los hogares. Productos comestibles y en cosecha se disponen, como el pescado y productos derivados del mar, carnes blancas, cereales, granos, especias, productos lácteos, entre otros. Hay una empresa culinaria artesanal que alimenta a la localidad y como negocio unifamiliar de ancestral tradición expone un producto que identifica al nativo donde vaya, es la torta de cazabe, infaltable en cada hogar y propicio para la dieta. Hay una relación directa entre la cocina de Semana Santa con la vida familiar mediante el compartir fraterno. En el seno de esta celebración mística se convoca no solo al familiar sino que se extiende a la cuadra e incluso va más allá de la comunidad regional.
Contrario a lo que se cree, la cocina de Semana Santa en Ciénaga de Oro no es propiamente de ayuno, pues se saborean un sinnúmero de comidas y dulces típicos. La preparación de platos especiales para la celebración es tradicional y se constituye como el ritual inseparable que la mesa ofrece y atrae sustancialmente a la familia. Vuelven aquellos que están por fuera de casa a compartir diferentes preparaciones con productos típicos de la época y otros que hacen parte esencial de la dieta, donde la carne animal de sangre roja no está permitida, a usanza de la tradición judía. Es una profanación para el cuerpo corruptible y tiempo de guardar en los hogares, desde que inicia el Miércoles de Ceniza. El sinuano en general reparte al mediodía el guiso o mote en cada uno de los siete viernes de cuaresma. Casas, locales y hasta restaurantes exponen este menú, que viene fortaleciendo el abastecimiento de productos que solo se pueden consumir en cosecha y disponibles en los mercados y plazas, como el bagre, bocachico, cachama, camarón, chipichipi, ostras, garapacho, moncholo, arroz, frijol, huevo, queso, leche, palmito, plátanos, maíz, yuca, ñame y frutas. Una relación que se transforma en suculentas viandas y que días antes, con mucha antelación, se preparan para su adobe y cocción, de manera que llegada la ocasión solo sea servir el plato, sin la acción del trabajo esforzado y continuo que el acontecer diario trae normalmente, para así no irrespetar los días santos y sobre todo guardar el precepto, que constituye una forma penitencial muy personal que expresa la observancia y abnegación de los mandatos divinos.
Las actividades en la cocina se cierran los días jueves y viernes santo, costumbre que permanece contra viento y marea. Los platos fuertes para la guarda han sido el mote de queso, mote de palmito, arroz de frijolito de cabeza negra, buñuelos de frijolito, bollo limpio de maíz, guiso de hicotea, ensalada de bagre con huevo o de papa y remolacha, y la torta de plátano maduro; estos manjares son servidos como almuerzo al medio día y por la tarde con la cena, ofreciéndose en los comedores de los hogares. Pero no solo en familia se queda para su degustación, pues los platillos pasan por las cercas y se extienden a los vecinos, enlazando así el tejido social de la comunidad, como prueba de ese compartir de saberes culinarios e intercambio de sabores. Así como los platos de sal, son de entregada dedicatoria, como un producto masivo y opíparo, los más elaborados dulces. Pueden ser picantosos y empalagosos como el mongo mongo, el dulce de ñame, caballito, dulce de leche, enyucado, cazabito dulce, torta de pan, cocadas, casadillas o el diabolín. Estos dulces manjares son expuestos en cada casa y en las ferias de Semana Santa para el deleite de propios y foráneos.
Técnicas y tradiciones asociadas a la fabricación de objetos artesanales.
La comunidad portadora ha elaborado con magistral estilo parte de los bienes muebles que conforman la colección y que son parte representativa del ceremonial. Mediante la adaptación de materiales a su alcance, artesanos ciénagadorenses han creado, diseñado y elaborado una gran cantidad de las imágenes que componen las escenas de los pasos, como Jesús, vírgenes, santas, apóstoles y soldados. Estas imágenes han sido hechas en los hogares, talleres familiares o también en el museo. Así, estos lugares funcionan como escuelas y talleres, que por compromiso, respeto y orgullo han mantenido la esencia de las técnicas, en la que se mezclan diferentes materiales y procesos como filigrana, herrería, carpintería, encolados, policromía, macramé, papel maché y talabartería.
Creación y taller Casa Museo
Sobre los atuendos que se usan en la Semana Santa, el calzado típico de la región son las abarcas de nombre “Tres puntá”, elaboradas por artesanos locales y que tienen una trenza en cuero. Los participantes en las procesiones las lucen, dejando sus pies descubiertos. Las túnicas o prendas y los accesorios (cascos, espadas, gorros, estampas, coronas y manillas) que usan los personajes son elaborados por la comunidad e incluso por los mismos participantes, con materiales de uso común o reciclable. El diseño y confección de accesorios en los atuendos corresponden a bordados, recamados, tejidos, trenzados y técnica en macramé.
Los objetos relacionados con los pasos, como lámparas de técnica mixta (metal y madera), cartelas, apliques y frisos, son de manufactura, talla y forja local, como también lo son aquellos objetos relacionados con el culto de las imágenes, como coronas, potencias, corazones, dagas y prendedores, que son diseños de joyería y filigrana. Igualmente, manos locales se dedican al arreglo de los adornos florales que engalanan los pasos.
Patrimonio Cultural Inmaterial asociado a los espacios culturales.
El singular circuito de la procesión orense ha marcado siempre un derrotero en su recorrido, una delimitación que todo debe pasar por allí. Desde el primer trazado urbano con las primeras casas fundacionales, el ceremonial ha visto recorrer inmutablemente el mismo sendero cientos y más veces. De la iglesia a la plaza, luego en la calle sigue cuadra a cuadra un destino que no ha variado en lo absoluto. Las otras procesiones que a lo largo del año desfilan, como la Virgen del Carmen, el Corazón de Jesús, San Roque y María Auxiliadora usan igualmente este recorrido, con ligeras variaciones, producto del crecimiento del poblado. Pero sigue siendo en definitiva el referente para todo desfile o acto público que se quiera llevar a la calle.
A principios del siglo XIX el paso del Sepulcro en la madrugada del Sábado de Gloria se velaba en una plaza (ya no existe y era diagonal a la iglesia) que hacía de santuario, hasta la resurrección en la mañana del domingo. Luego, a mediados de ese mismo siglo cambia de sitio disponiéndose a un costado de la plaza, en una residencia, sin salir del circuito ceremonial. Así pasó más de una centuria y media y la tradición se perdió, resignándose el Sepulcro a entrar en el templo. Con la creación del Museo de Tradiciones Populares nuevamente sale y retorna pues está dentro del circuito procesional. El Museo de Tradiciones cumple esa función generadora de espacios para el encuentro vital y de creación innovadora. A pesar de tener escaso tiempo de uso, ya es tomado como guía y referente. No obstante, antecedido por su locación de escuela pública, proporciona dentro del imaginario colectivo, servir de centro formativo y desarrollo cultural importante para la localidad.
La manifestación también cumple con los criterios de valoración:
1. Correspondencia con los campos de PCI: la manifestación se encuentra relacionada puntualmente con los campos (4) Medicina tradicional, (6) Técnicas y tradiciones asociadas a la fabricación de objetos artesanales, (7) Artes, (9) Eventos religiosos tradicionales de carácter colectivo, (11) Cultura culinaria y (12) Patrimonio Cultural Inmaterial asociado a los espacios culturales.
2. Significación: el feligrés y el ciudadano común es el motor para que se despliegue el ceremonial dentro del circuito procesional, sus miradas, estimas y emociones aportan la vivencia que es la naturaleza misma de lo inmaterial. Sin espectadores no es posible que los actos alcancen el propósito deseado y hacen parte del engranaje de actores que sustentan el tejido social. Desde sus inicios, las procesiones orenses han tenido una organización desconcentrada, con una jerarquía y mando que cada grupo asume con sus reglas, la cual ha sido avalada y respetada por la comunidad. Una de las peculiaridades ha sido la participación directa de la comunidad y su manera de involucrarse para adquirir su rol de portar en andas las imágenes sacras o ser parte del séquito de personajes místicos. El cargador, nazareno y ahora último, el cofrade provienen del obrero, del campesinado, del jornalero, del trabajador corriente, emergiendo tanto de la zona urbana, como rural. Llevan los pesos de sus cargas, orgullosos e inhiestos. Van recogiendo los íntimos rincones de la comunidad regional. Otro aspecto importante a considerar es el engranaje entre los jóvenes y los adultos mayores dentro de los procesos ceremoniales. Un tejido social que ha permitido una intercomunicación, compartiendo intereses comunes, a pesar de las disparidades. Los adultos mayores han realizado grandes aportes, y aún son ejes que coordinan los escenarios procesionales; con su esmero y dedicación han sabido exponer sus creencias, valores y prácticas sociales. Ello ha permitido retomar los mitos y las formas ancestrales del ritual.
La Junta Pro Semana Santa genera un nuevo impulso, permitiendo las transformaciones que conllevaron al posicionamiento de las procesiones al nivel regional y nacional (publicaciones, divulgación y congresos); logrando con la puesta en marcha de nuevos proyectos, modificar levemente algunos conceptos rigurosos de la tradición. Luego, demostrándose cuan positivo es la restauración, la recuperación y la protección de nuestro patrimonio, intervenciones en temas que siguen los lineamientos de los PES departamental y municipal.
La sostenibilidad y permanencia a futuro implica afrontar las necesidades, los cambios introducidos y la recuperación gradual de la manifestación, sin desestimar la identidad de los que participan en la ejecución; es garantizar la continuidad de la expresión y el impacto sostenido o creciente en el mejoramiento de la calidad de vida de sus partícipes.
En la actualidad, cuando la población de Ciénaga de Oro y la región sinuana cuentan con novedosos espacios de socialización, el ceremonial popular de Semana Santa ha permanecido como el símbolo y el crisol de las raíces más profundas y auténticas del alma de los orenses y de los cordobeses, quienes se preparan cada año con emoción y devoción para la ocasión. Alrededor de ella se establece un campo de acción que agudiza las sensibilidades, que crea y refuerza relaciones, que define las identidades de sus miembros, además de sentir orgullo y presunción. Más allá de los intensos y prolongados preparativos y la vinculación indirecta de muchos anónimos al ceremonial, el gran público y el ciudadano común, hacen presencia interactiva, en actitud propositiva y de compromiso con la población. Una capacidad de integración que puede analizarse desde distintos puntos de vista: por una parte, la de los grupos que lo hacen posible y lo recrean durante la temporalidad, como la Junta Pro Semana Santa, las cofradías, hermandades y mayordomías y la Iglesia. Por otra, las personas que asisten como espectadores. Es importante resaltar que estos asistentes no son espectadores distantes y esquivos, sino individuos y familias que están involucradas en la representación e intervención de su devenir histórico, el cual no solo obedece a una continuidad temporal sino circular. El ritual no es un acto pasivo e incólume, las personas se hacen partícipes de este a nivel emocional, estético, simbólico y creativo. Además de los organizadores y participantes, también tienen un rol determinante la familia y la escuela. De hecho, aunque se considera que la Semana Santa rompe el tiempo cotidiano, realmente el significado que esta adquiere para la comunidad es consecuencia del hacer diario. Aprender los oficios, las técnicas, los modos de uso, así como los rituales litúrgicos, el rol espiritual de la familia y lo que representan las imágenes es resultado de un proceso complejo. Lo cual tiene que ver, por un lado, con la celebración en términos de la organización del acontecimiento, en el cual los distintos actores se relacionan durante todo el año; y, finalmente, con la forma como la comunidad se ve, antes y después de la celebración. También, las recetas de los platos tradicionales se enseñan de generación en generación, y las mandas son necesidades de salud que se han hecho por generaciones entre los orenses, involucrando cada generación de padres e hijos.
La manifestación de la Semana Santa conjuga una íntima relación. Para la comunidad contribuye a la reactivación de las relaciones sociales y de las dinámicas de grupo, ello se ve representado en liderazgo, autonomía, el respeto social y trabajo colectivo.
Para el resto del territorio nacional, el ritual muestra signos de cohesión social, dentro de apreciable valor que hace parte de la trayectoria de las comunidades, quienes se la toman y la hacen suya.
3. Naturaleza e identidad colectiva: lo que comenzó como una fiesta patronal normal, común en todas las latitudes, y sin proponérselo, se transformó con el paso de los siglos en una tradición con fuertes connotaciones espirituales, familiares, cívicas y sociales. El ceremonial trascendió ese carácter religioso y clerical, que constituyó la razón de su establecimiento y se convirtió en la principal expresión popular de la región, comprendiendo valores éticos, artesanales, artísticos y de una gran riqueza cultural. Siempre marcó un referente a nivel de provincia, incluso dentro del clero, aglutinando su estamento regional a mediados del siglo XIX. Al transcurrir el tiempo, Ciénaga de Oro se fue consagrando en un importante centro masivo de carácter religioso y en una encrucijada donde convergen la diversidad y los saberes, como la herencia del alimento sagrado que para la época debe conservar una renuncia, un ayuno a la carne que es profanación. Pero, desde lo íntimo de las cocinas primigenias, proponen un convite mucho más rico de platos típicos que aúpan al comensal invitado.
Es una integración familiar con un vademécum místico de sabores y olores, elementos trasmisores que se perpetúan como modus vivendi en la comunidad. Así surge el fermento propicio de una dinámica social que con la capacidad promotora, creativa e incluyente aporta lo sustancial de su esencia, pero que el participar año tras año es la forma efectiva en que el conocimiento se transmite.
La comunidad inmiscuida cree en su manifestación y se aferra a ella, identificándose con las escenas que representan un febril dramatismo, potenciado en el desfile con auténticos personajes participantes. La intensidad y la emoción hacen de los ofrecimientos y peticiones al poder milagroso y curativo un fervor de piedad popular que arrastra la emoción de la gente; tan masivo y supersticioso se vuelve, que confunde los términos con profanación y paganismo.
La relación de la organización general con la colección de bienes muebles está destinada al enriquecimiento del boato. Es la celebración de la Semana Santa un espléndido ceremonial sin par en la región Caribe, que influye en los participantes status y orgullo, pues los nativos alardean y se ufanan de tener este legado, ahora más visible en las redes sociales. Hasta los maestros y artesanos protagonizan un empoderamiento artístico, compartido y sentido. Ingredientes que entrelazan lo insospechado que puede tener una manifestación de tan variado alcance.
4. Vigencia: imágenes, sonidos, texturas, sabores y olores le dan vida a un rito, que año tras año recrea la escena de la pasión y muerte de Cristo.
Cada Semana Santa, los orenses de todas las clases sociales dan testimonio de su arraigo con la comunidad y de su capacidad de organización cívica, al realizar sus actos ceremoniales en los que participan activamente más de 500 ciudadanos y que congregan a miles de espectadores.
La institucionalidad de los ceremoniales se ha mantenido porque la comunidad la promueve y participa en ella, debajo de las andas donde no hay distinciones sociales ni económicas, en la expiación de las culpas o pedidos de milagros por parte de personajes anónimos. Si bien la tradición nos regala prácticas de rigor y observancia, también, trae cosas agradables, principalmente al paladar, como la cocina tradicional, representada en las comidas y dulces típicos de la época, cuyas recetas fueron adaptadas de acuerdo con nuestra cultura y los productos de la región. Pero también la mística viene acompañada por la profanación y la superchería, con mitos y leyendas, brujería y espanto, que nos recuerdan las miserias humanas y cobran fuerza en los relatos que circulan en las esquinas y barriadas de la vida cotidiana y también dentro de las aulas de enseñanza.
La manifestación se ha convertido, ante todo, en una forma de conjugar la conservación vital y el enriquecimiento de este patrimonio religioso, histórico, antropológico y cultural, abierto a la comunidad local y también al departamento y la región. Por esto se abren espacios de trabajo, de aprendizaje y de nuevos diálogos, que benefician el orden comunitario, orientado bajo un mismo criterio.
Tomando en cuenta las nuevas características culturales y sociológicas de los habitantes de la localidad, se puede ver que ha habido cambios en los comportamientos y en los hábitos, pues la llegada de nuevos estilos de vida en la región ha relegado en buena parte la espiritualidad de los lugareños. Sin embargo, esto no ha sido motivo para que se viva la manifestación, año a año, a pesar de la precariedad económica y las circunstancias especiales del municipio. Esto se ha logrado gracias al trabajo comunitario, que contribuye en parte a la solución de los problemas que afronta la manifestación.
La salvaguardia del patrimonio cultural es una experiencia enriquecedora, que se extiende a la posibilidad de optimizar la calidad del ritual, pero a su vez mejorar la vida de sus portadores. Los promotores en últimas, son los que con el apoyo recibido de los entes, estamentos y gremios, transfieran literalmente ese sentido de apropiación. Un sentimiento afianzado en un imaginario colectivo de profundas raíces populares, en creencias y en virtudes, tanto cívicas como humanas. Pero ante todo, el compromiso de continuar esta tradición, bajo el efecto de la carga de proyectar al futuro una comunidad, que evoluciona y busca finalmente sus pilares de progreso, donde se asienta su identidad.
5. Equidad: En la práctica de la manifestación el equilibrio gana peso; es el festejo popular y público al que toda persona libremente tiene acceso, sin restricciones, pues no hay impedimentos para poder usufructuar las procesiones o disfrutar de las músicas o los platos típicos de la Semana Santa. Es una tradición bicentenaria, que de todos son sus derechos y pasan a ser derechos colectivos y que hasta el mismo derecho canónico establece, incluso, no pueden sustituirse. La sociedad que lo integra es por igual portadora y legitima su posesión con su realización. Sus bienes son de toda la comunidad y a ellos se deben acceder mediante su exposición en el museo o templos, donde el estamento público, en últimas, sea un garante benefactor, como máxima autoridad territorial. No hay diferencias de género, edad, u condición. Existen normas consuetudinarias que rigen el acceso a los diferentes espacios de la manifestación, donde cada quien puede disfrutar como practicante o como espectador. Inclusive, con la transformación que ha ido teniendo la manifestación, se han ido incorporando jóvenes y niños de ambos géneros, quienes no solo emplean el escenario de las procesiones pequeñas sino que participan activamente en las oficiales. Parte de la inclusión pasa por adecuar los pasos para que los jóvenes puedan llevarlos sin inconvenientes para su salud. Las manifestaciones de este tipo son prácticas que por autoridad del encargo están bajo el peso del género masculino, pero los cambios en el ceremonial han permitido participar por igual al género femenino. Ejemplos de esto son las nazarenas, penitentes, cofrades, sayones y las cargueras del paso de la Virgen.
6. Responsabilidad: En el relación al proceso de valoración al que se refiere el ar-tículo 2.5.2.5 del Decreto 2358 de 2019, la manifestación cultural respeta todo lo concerniente a los Derechos Humanos, los Derechos Colectivos, Derechos Fundamentales, Derecho a la Salud y de los ecosistemas. La manifestación se ha fundamentado en el respeto y el derecho de los demás. Al tener esa esencia espiritual que la sostiene, promueve valores y los extiende hacia el colectivo y grupos de asociados, que cumplen a cabalidad sus normas y patrón de acuerdo a sus reglas. Como no existen distinciones sociales y agravantes que desplacen a los menos favorecidos, al contrario se vigoriza de ellos, teniendo una relación fraterna, de hermandad y permanente colaboración. Es inclusiva y no discrimina el género ni se fomenta la violencia. Artesanos, artistas modistas, floristas, músicos o auxiliares, desde donde tenga su oficio, prestando su servicio, dependen del sustento diario y por eso, sus honorarios son justos y consensuados, sin escatimar su valor y tener el derecho digno al trabajo. Cada uno de los partícipes del ceremonial es autónomo, voluntario y elige libremente su vinculación, asumiendo responsabilidades, excepto, el de no atentar contra sí mismo. Para las mandas ofrecidas, que tienen ese carácter fuerte y precisamente media la fuerza de la expiación ofrecida, no debe empeorarse el desempeño a cambio de mejorar el estado de salud para la promesa de su hijo o la propia, para no incurrir en la barbarie y la pena exagerada contra su naturaleza física. La Junta Pro Semana Santa coordina con las Autoridades Administrativas del Municipio, con el Director del Hospital, con la Defensa Civil y la Cruz Roja Colombiana, esto se hace en el marco de un Consejo de Seguridad que se realiza previo a la celebración de la manifestación cultural, donde cada una de las partes se asigna tareas con el objetivo de brindarles todas las garantías y condiciones a los habitantes de Ciénaga de Oro, turistas y los que participan; es por eso que el municipio como ente territorial junto con la Policía Nacional se encargan de preservar el orden público, el Hospital San Francisco de Ciénaga de Oro trabaja con todos los medios disponibles para estar preparado ante cualquier eventualidad o emergencia, La Defensa Civil y Cruz Roja trabajan en lo relacionado en preservar el orden y los primeros auxilios.
Cada vez se procurará estar en armonía con el entorno, como evento masivo y aglutinante se toma el rol de modelo ejemplarizante, creando conciencia dentro de los espectadores, que se puede estimular con muestras de servicio y protección al medio ambiente y no de contaminación. Empleo de canastas de basuras en la sede del museo, en los pasos a su interior, sobre todo arrojando los plásticos de las bolsas de agua o del mecato. El no uso de la palma de cera el domingo de Ramos, empleando banderines blancos o ramos de cualquier plata silvestre común. Promoviendo que no se consuman especies en vía de extinción, que son presa de la temporada para los platos en las mesas durante la Semana Santa (hicoteas y garapachos).
4. LOS COMPONENTES DEL PLAN ESPECIAL DE SALVAGUARDIA Y SU RESPECTIVO ANEXO:
El documento del Plan Especial de Salvaguardia contiene los siguientes componentes:
Presentación
Tabla de contenido
1. Capítulo primero: aspectos metodológicos
1.1. Origen de la postulación y objetivos del plan
1.2. Enfoque metodológico del plan
1.2.1. Estructura general de la investigación
1.2.2. Caracterización
1.2.3. Diagnóstico
1.2.4. Planeación y gestión
2. Capítulo segundo: caracterización de la celebración popular de la Semana Santa. Tradición y creación
2.1. Aspectos generales de la manifestación, relevancia y naturaleza colectiva
2.1.1. Localización geográfica
2.1.2. Contextualización histórica de la manifestación
2.2. Celebraciones religiosas colectivas
2.2.1. Actos y procesiones
2.2.2. Sistemas organizativos
2.3. Artes populares
2.3.1. Música tradicional de Semana Santa
2.3.2. Danza de marchas
2.3.3. Personajes
2.4. Oficios artesanales para la elaboración de objetos de la Semana Santa
2.4.1. Imaginería
2.4.2. Oficios relacionados con la decoración de los pasos e imágenes
2.4.3. Indumentaria de los personajes
2.5. Cocina tradicional de Semana Santa
2.5.1. Productos locales
2.5.2. Preparaciones
2.5.3. Consumo
2.6. Medicina espiritual
2.6.1. Mandas
2.6.2. Milagros
2.7. Espacios culturales de la Semana Santa
2.7.1. Circuito procesional
2.7.2. Lugares emblemáticos asociados a las celebraciones religiosas colectivas
2.7.3. Lugares asociados a los oficios artesanales de Semana Santa
2.7.4. Lugares asociados a las cocinas tradicionales de Semana Santa
3. Capítulo tercero: diagnóstico de la manifestación
3.1. Problemas asociados con las prácticas culturales de la manifestación
3.1.1. Problemas asociados con las celebraciones religiosas colectivas
3.1.2. Problemas asociados con las artes populares
3.1.3. Problemas asociados con los oficios artesanales
3.1.4. Problemas asociados con la cocina tradicional de Semana Santa
3.1.5. Problemas asociados con la medicina espiritual
3.1.3. Problemas asociados con los espacios culturales
3.2. Identificación y análisis de riesgos
3.2.1. Riesgo de pérdida de saberes y tradiciones
3.2.2. Riesgo de interrupción por fuentes limitadas de financiación y apoyo interinstitucional.
3.2.3. Riesgo de espectacularización y pérdida de sentido
3.2.4. Riesgo de disociación
3.2.5. Riesgo de pérdida de innovación y creación
Capítulo 4: Formulación de las líneas y acciones de salvaguardia
4.1. Objetivos y enfoque del plan
4.2. Línea de acción 1. Fomento a los saberes y las tradiciones
4.2.1. Proyectos y acciones realizadas o en ejecución
4.2.2. Proyectos y acciones por realizar
4.3. Línea de acción 2. Fortalecimiento a la autogestión e interinstitucionalidad
4.3.1. Proyectos y acciones realizadas o en ejecución
4.3.2. Proyectos y acciones por realizar
4.4. Línea de acción 3. Pedagogía patrimonial
4.4.1. Proyectos y acciones realizadas o en ejecución
4.4.2. Proyectos y acciones por realizar
4.5. Línea de acción 4. Recuperación de memorias
4.5.1. Proyectos y acciones realizadas o en ejecución
4.5.2. Proyectos y acciones por realizar
4.6. Línea de acción 5. Estímulos a la innovación
4.6.1. Acciones por realizar
Referencias y bibliografía
Anexo 1: imágenes que conforman los pasos de las procesiones de Semana Santa como parte de la práctica cultural de la celebración religiosa colectiva.
Anexo 2: recetas más características que conforman la comida tradicional de Semana Santa.
Anexo 3: listado de asistencia de la Jornada participativa para la formulación del Plan Especial de Salvaguardia (PES) en la tradición y creación de la celebración popular de la Semana Santa de Ciénaga de Oro del 5 al 9 de noviembre de 2018.
Anexo 4: listado de asistencia de la Jornada participativa para la formulación del Plan Especial de Salvaguardia (PES) en la tradición y creación de la celebración popular de la Semana Santa de Ciénaga de Oro del 8 de marzo de 2019.
Anexo 5: cartas de respaldo de los entes públicos: Alcaldía Municipal de Ciénaga de Oro – Secretaría de Educación Municipal y Gobernación de Córdoba – Secretaría de Cultura.
Que, el numeral 2.8 del artículo 2.5.2.11 del Decreto 1080 de 2015, modificado y adicionado por el Decreto 2358 de 2019, indica que las medidas desarrolladas por la comunidad deberán ser reflejadas en los actos administrativos de inclusión. AL respecto, el documento de Plan Especial de Salvaguardia (PES) contiene la siguiente información relevante:
Situación actual de la manifestación: riesgos y efectos que amenazan con deteriorarla o extinguirla
De acuerdo con los talleres comunitarios realizados y la activa participación ciudadana experimentada durante el diagnóstico de la manifestación, podemos vislumbrar los riesgos y amenazas más grandes y latentes que presenta la manifestación en un corto y largo plazo con respecto a los saberes ancestrales que contiene, los oficios que ostenta y prácticas p ropias.
Cuadro 1. Diagnóstico sobre la situación actual de pérdida de saberes tradicionales año 2019.
Cuadro 2. Diagnóstico sobre las limitadas fuentes de financiación e institucional.
Cuadro 3. Diagnóstico sobre Espectacularización y pérdida de sentido
Cuadro 4. Diagnóstico sobre la disociación
Fuente: Plan Especial de Salvaguardia “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba”
Propuesta de salvaguardia
El PES plantea una estructura de salvaguardia conformada por cinco líneas de acción propuestas para desarrollarse en cuatro etapas temporales. En la primera etapa, se ha considerado como prioritaria en tanto busca resolver los riesgos de mayor magnitud. La segunda etapa del plan, comprende dos líneas de acción diferentes que atienden riesgos que se consideraron como urgentes y el tiempo de ejecución, está pensado para una duración de cuatro (4) años.
La tercera etapa que comprende la ejecución de la línea de acción enfocada a resolver el riesgo de disociación, se ha clasificado como necesaria, mientras que la cuarta etapa, asociada a promover la innovación, se considera como una etapa complementaria. Cada una de estas etapas tiene una duración de dos (2) años.
Es necesario destacar que a lo largo del plan decenal, se han establecido unos puntos de revisión a los tres (3), seis (6) y diez (10) años, como una forma de llevar a cabo un seguimiento responsable de cómo se está implementando la ejecución del plan, de hacer un balance y de corregir o reorientar todos aquellos aspectos que sean necesarios para garantizar que en efecto los objetivos del plan se cumplan.
Líneas de acción
Línea de acción 1. Fomento a los saberes y las tradiciones
Esta línea de acción de carácter prioritario, pretende dar respuesta a los problemas planteados dentro del riesgo de pérdida de saberes y tradiciones, que como se ha mencionado, es el riesgo que muestra mayor magnitud. Como objetivos de esta línea se plantea por un lado, garantizar a futuro la transmisión de saberes, conocimientos y tradiciones asociadas a las prácticas culturales de la Semana Santa, para fortalecer los vínculos intergeneracionales entre los portadores.
Línea de acción 2. Fortalecimiento a la autogestión e interinstitucionalidad
Esta segunda línea de acción, surge como respuesta a los problemas identificados que hacen parte del riesgo de limitadas fuentes de financiación e interinstitucionalidad que abarca fundamentalmente tres de las prácticas culturales.
Línea de acción 3. Pedagogía patrimonial
La tercera línea de acción, como su nombre lo indica, se centra en la necesidad de explicar, divulgar y realizar una pedagogía entre diferentes personas e instituciones, con respecto a cuáles son los valores y significados de la tradición y creación en la Semana Santa de Ciénaga de Oro.
Línea de acción 4. Recuperación de memorias
Esta línea de acción está dirigida específicamente a aquellos problemas que hacen parte del riesgo de disociación, por lo que, de acuerdo con la magnitud de este riesgo, se considera su ejecución como una etapa necesaria dentro del plan pero no urgente.
Los objetivos de esta línea, giran entonces en disminuir el efecto adverso de este riesgo evitando la pérdida de información de la manifestación, o de la capacidad de asociar prácticas culturales y objetos y bienes muebles con su información.
Como consecuencia se espera poder consolidar un acervo donde se guarde y preserve la documentación histórica y la memoria oral de la celebración de la Semana Santa de Ciénaga de Oro, que además permita promover la investigación y el conocimiento de la manifestación, así como brindar acceso a una base documental y a los conocimientos existentes.
Línea de acción 5. Estímulos a la innovación
Como se ha señalado a lo largo de todo el documento, tanto la tradición como la creación, son los componentes centrales que dan vida a las diversas prácticas culturales que hacen parte de la manifestación de la Semana Santa en Ciénaga de Oro.
Algunos de los portadores de estas prácticas, han mostrado su interés o la necesidad de promover la creación e innovación, como una medida para evitar que las prácticas se vuelvan rígidas o estáticas, perdiendo el balance entre la tradición y la creación. De acuerdo con los resultados del diagnóstico, estos problemas aunque no son graves si se comparan con los demás riesgos analizados, en el largo plazo pueden tener efectos adversos que es mejor prevenir, específicamente para el caso de la música de Semana Santa y la cocina tradicional.
En consecuencia, los objetivos de esta línea de acción que se considera complementaria al plan de acuerdo con la magnitud del riesgo al que responde, se centran en fomentar la creatividad de aquellos portadores y prácticas culturales que lo requieren, como una parte fundamental de la manifestación cultural. Así mismo este fomento a la innovación, se espera que a la larga pueda mejorar los procesos productivos así como la apropiación social de la Semana Santa de Ciénaga de Oro. Hasta el momento no se han realizado proyectos o acciones de salvaguardia que vayan encaminados en esta línea de acción del Plan.
Mapa de instituciones y organizaciones relacionadas:
Entidad pública nacional | Entidad pública Departamental | Entidad pública municipal | Entidad privada | Organización Cívica |
Ministerio de Cultura | Gobernación de Córdoba | Alcaldía Municipal | Universidad de los Andes | Junta Cívica Pro-Semana Santa |
Formato de entrega del PES:
Que de acuerdo con el numeral 4 del artículo 2.5.2.11 del Decreto 1080 de 2015, modificado y adicionado por el Decreto 2358 de 2019, el plan especial de salvaguardia puede ser entregado en el formato que mejor le permita a la comunidad expresar lo relacionado con su manifestación y la propuesta de salvaguardia, como un documento escrito, audiovisual, multimedia u otro, sin embargo, el acuerdo deberá verse reflejado en el acto administrativo incluya la manifestación a la LRPCI.
Que mediante comunicación dirigida al Director de Patrimonio, con fecha del 1 de abril de 2019, la comunidad portadora y la Junta Cívica Pro Semana Santa presentaron el plan especial de salvaguardia de la manifestación “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba” como documento escrito.
En mérito de lo expuesto,
RESUELVE:
ARTÍCULO 1o. Incluir en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito Nacional (LRPCI) la manifestación “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba”, conforme a la parte considerativa de la presente resolución.
ARTÍCULO 2o. Aprobar el Plan Especial de Salvaguardia (PES) correspondiente a la manifestación “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba”, mediante el cual se establecen líneas de acción encaminadas a garantizar la salvaguardia de dicho patrimonio cultural inmaterial, de conformidad con lo expuesto en la parte considerativa de este acto administrativo.
ARTÍCULO 3o. El documento que contiene el texto integral del Plan Especial de Salvaguardia (PES), de que trata el artículo anterior, y sus respectivos anexos, hacen parte integral de la presente resolución.
ARTÍCULO 4o. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 22 el del Decreto 2358 de 2019, el cual modificó y sustituyó los Títulos 1 y 2 de la Parte 5 del Libro 2 del Decreto 1080 de 2015, específicamente el artículo 2.5.2.14., el Plan Especial de Salvaguardia de la manifestación “Tradición y Creación en la Celebración Popular de la Semana Santa en Ciénaga de Oro, Córdoba”, de que trata la presente resolución, será revisado como mínimo cada cinco (5) años, sin perjuicio que puedan ser revisados en un término menor según sea necesario.
ARTÍCULO 5o. VIGENCIA. La presente resolución rige a partir de la fecha de su publicación.
Publíquese, comuníquese y cúmplase.
Dada en Bogotá, a 25 de febrero de 2020.
La Ministra de Cultura,
Carmen Inés Vásquez Camacho.